|
«El Braford, en su cuna, Australia, está hecho para este tipo de zonas, como la de Quilino, en el norte de Córdoba», puntualizó Miguel Mizzau.
Ambiente propicio
«En la Argentina las principales cabañas de la raza están en Corrientes, que es una zona húmeda, pero en Australia, todo lo contrario, el Braford está en zonas semejantes a esta de Quilino: yo creo que si a este paisaje le ponemos eucaliptus y le sacamos el renoval sería casi igual al de allá», comparó.
La reunión en Los Socavones, un establecimiento de 9000 hectáreas, fue auspiciada por la Asociación Braford Argentina. El director ejecutivo de la entidad, Juan Baqué, inscribió el apoyo al encuentro «en el marco de la idea de que hay un nicho muy importante para la raza en el norte de Córdoba, Santiago del Estero y el este de Catamarca y nada mejor que mostrar qué se está haciendo a quiénes no lo empezaron a hacer, para que vean, comparen y prueben».
La gente de Braford está trabajando con mucho brío. Y no es para menos. «Nosotros creemos que vamos camino a ser la segunda raza del país», dijo Baqué. El fenómeno tiene que ver con el corrimiento de la ganadería al Norte. El 35/40 por ciento de los vientres están hoy por encima de la latitud 35 -que cruza a la altura de San Justo, Santa Fe-, y «allí se nota claramente que la preponderancia del Braford es enorme. En el NEA el 60 por ciento de los vientres tienen un chorro de sangre Braford, así que sin dudas estamos yendo a ocupar un lugar muy destacado en la ganadería argentina», opinó.
Pero eso, observando ciertos presupuestos básicos, «es imprescincible tener en cuenta que ese corrimiento de la ganadería nos tiene que permitir que sigamos abasteciendo los mercados con carne de calidad. Nosotros no podemos competir con carnes de baja calidad contra Brasil, porque es un monstruo y nunca lo vamos a alcanzar. Criar en el Norte debe ser bajo la premisa de seguir cuidando la calidad, que sólo se logra con genética de muy buena performance como la Braford». A la par de los australianos, Mizzau le tiene una confianza ciega al Braford argentino a punto de confiar en que en un lustro estará superando al australiano.
«La diferencia con Australia es que ellos tienen medio siglo de trabajo y en la selección están un poco más avanzados. Los 70 argentinos que estuvimos en el congreso coincidimos en que no tienen tecnología de otro mundo. Creo que nosotros tenemos ventajas potenciales y algunos se reían cuando yo decía que en cuatro o cinco años lo estamos superando o por lo menos igualando», dijo Baqué.
Los australianos han desarrollado un fenotipo Braford bastante grande. Es lógico, porque su principal mercado es el Japón, que compra el novillo de 700 kilos.
Manejo de pasturas y monte
Las líneas genéticas de la cabaña Los Socavones abrevaron en lo mejor que había hace unos años en la Argentina -Cariloo de Lorente- y en los últimos cuatro el plantel se inseminó con «los toros australianos que acaban de sacar los máximos premios allá». En el establecimiento se hace cría, recría y engorde, y los reproductores de la cabaña, que son criados a campo. La carga anual oscila entre 0,40 y 0,65, según la mayor o menor proporción de pasturas.
Gonzalo Luna Pinto, uno de los encargados de la estrategia de la base alimenticia, informó que al campo se le practicó desmonte selectivo sembrándosele simultáneamente 5 pasturas. Las dos principales son gatton -83 por ciento- y buffel -16 por ciento-. Cada cinco años se hace limpieza del renoval.
Fuente: http://www.todoagro.com.ar/ |